Sunday’s Readings: Acts 5:27-32, 40B-41; Psalms 30:2, 4, 5-6, 11-12, 13; Revelation 5:11-14; John 21:1-19
GOD’S OVERFLOWING KINDNESS
The superabundance of God’s kindness ties all of today’s readings together. Especially when life overwhelms us, the Lord provides all we need, and then some. In the Acts of the Apostles, Peter takes the lead when facing the Sanhedrin. We might expect the man who denied Jesus to crumble under the imposing glare of the high priest. Instead, the Holy Spirit helps him testify to his faith in Jesus Christ.
What Peter had lacked before, courage and conviction, God provides in abundance. Similarly, today’s Gospel shows Jesus providing a surplus of fish for the disciples. They have no luck fishing until the Lord intercedes. Jesus supplies an almost ridiculous number of fish, and he cooks it for them, too. As our reading from Revelation affirms, the overflowing riches of God require constant praise. Countless creatures—“everything in the universe”—cry out to honor the Lord, forever and ever. Copyright © J. S. Paluch Co.
LA BONDAD DESBORDANTE DE DIOS
La superabundancia de la bondad de Dios une todas las lecturas de hoy. Especialmente cuando la vida nos abruma, el Señor nos proporciona todo lo que necesitamos, y más. En los Hechos de los Apóstoles, Pedro toma la iniciativa cuando se enfrenta al Sanedrín. Nosotros podríamos esperar que el hombre que negó a Jesús se desmoronará bajo la imponente mirada del sumo sacerdote. En cambio, el Espíritu Santo le ayuda a dar testimonio de su fe en Jesucristo. Lo que a Pedro le había faltado antes, valor y convicción, Dios se lo proporciona en abundancia. Del mismo modo, el Evangelio de hoy muestra a Jesús proporcionando un excedente de peces a los discípulos. Ellos no tienen suerte pescando sino hasta que el Señor intercede. Jesús les proporciona una cantidad casi exorbitante de peces, y además les cocina algunos. Como afirma nuestra lectura del libro del Apocalipsis, las desbordantes riquezas de Dios requieren una alabanza constante. Innumerables criaturas, “todo en el universo”, clama para honrar al Señor, por los siglos de los siglos.
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