32nd Sunday in Ordinary Time 2018 – English/Español

Sunday’s Readings: 1 Kings 17:10-16; Psalms 146:7, 8-9, 9-10; Hebrews 9:24-28; Mark 12:38-44

THE CALL TO DISCIPLESHIP
The core vocation in the Gospel of Mark is the vocation, or call, to discipleship. Today’s Gospel passage provides us with one last example of what the vocation to discipleship means, and one example of what it doesn’t mean. A destitute widow shows us that discipleship means following Jesus’ way of service, even if it requires giving one’s livelihood (or life). The scribes show us by their bad example that discipleship should entail a vocation to extend God’s care to those who are most in need.
In our reading from the book of Kings another widow and her son are close to death. They too give what little they have, but they are rewarded by Elijah with food enough for a year. And the reading from the Letter to the Hebrews reminds us that Jesus sacrificed his life “to bring salvation to those who eagerly await him” (Hebrews 9:28).
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LLAMADOS A SER DISCÍPULOS
La vocación central en el Evangelio según san Marcos es la vocación, o el llamado de ser discípulos. El pasaje del Evangelio de hoy nos brinda por lo menos un ejemplo de qué significa la vocación de ser discípulo y un ejemplo de lo que no significa. Una viuda pobre nos muestra que ser un buen discípulo significa seguir el camino de servicio de Jesús, incluso si implica entregar todo lo que tenemos para vivir (o incluso nuestra vida). Los letrados nos muestran con su mal ejemplo que ser un buen discípulo implica la vocación de hacer llegar el cuidado de Dios a los más necesitados.
En nuestra lectura del libro de los Reyes otra viuda y su hijo corren peligro de morir. Ellos también entregan lo poco que tienen, pero son recompensados por Elías con comida suficiente para un año. Y la lectura de la carta a los hebreos nos recuerda que Jesús sacrificó su vida “para salvación de aquellos que lo aguardan” (Hebreos 9:28).
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