Sunday’s Readings: Ezekiel 17:22-24; Psalms 92:2-3, 13-14, 15-16; 2 Corinthians 5:6-10; Mark 4:26-34
THE MASTER STORYTELLER
In today’s Gospel, Jesus is presented to us as the master storyteller. He loved to use parables as a tool for comparing one thing to something else. In most of his parables, Jesus revealed who God is by comparing God’s essence or actions with something familiar to his listeners. In the parable of the mustard seed, Jesus proclaims a marvelous and irrefutable truth. His small band of disciples, as insignificant as they may have felt, would one day produce a mighty kingdom whose growth was initiated by God. The seeds of this kingdom were planted by God and it is God who will harvest the fruit brought forth from those seeds. The extent of the growth of God’s kingdom cannot be predicted. We must trust the work of the Master’s hand as we, the mustard plant, grow and grow.
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UN EXCELENTE CUENTISTA
En el Evangelio de hoy, se nos presenta a Jesús como un excelente cuentista. A él le gustaba contar parábolas como una forma para comparar esto de aquello. En muchas de las parábolas, Jesús revela quien es Dios al comparar la naturaleza o acciones de Dios con alguna situación conocida de su audiencia. En la parábola de la semilla de mostaza, Jesús proclama una verdad maravillosa e irrefutable. Su pequeño grupo de discípulos, tan insignificantes como ellos se hubieran sentido, un día producirán un reinado poderoso cuyo crecimiento lo comenzó Dios. Las semillas de este reino fueron plantadas por Dios y es Dios quien cosechará el fruto producido por esas semillas. No se puede predecir que tanto crecerá el Reino de Dios. Debemos confiar el trabajo de las manos del dueño, así como nosotros, al igual que la semilla de mostaza, crece y crece. Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.