Sunday’s Readings: Is 9:1-6; Ps 96: 1-2, 2-3, 11-12, 13; Ti 2:11-14; Lk 2:1-14
WHAT ALL THE WAITING HAS BEEN FOR
Today’s readings are as familiar to most of us as the carols we sing and the commercials that overwhelm this holiday season. Often Christmas finds us tired, struggling with preparations and expectations. What we really want to feel is joy and peace. The stress of preparation, of waiting, is reflected in both Isaiah and Paul’s letter to Titus. Luke tells us of the exhaustion that Mary and Joseph felt: a young pregnant wife and her husband, forced to travel just as she is about to give birth, unable even to find a room to stay in. It must have been miserable. They must have been afraid. In the midst of this exhaustion, misery, and fear, a child is born, a Son is given. The world is then filled with light and hope, joy and peace. In that moment they, and we, know what all the waiting has been for.
Copyright © J. S. Paluch Co.
PARA QUÉ HA SERVIDO TODA LA ESPERA
Las lecturas de hoy son tan familiares para la mayoría de nosotros como los villancicos que cantamos y los anuncios publicitarios que abruman estas fiestas. A menudo la Navidad nos encuentra cansados, luchando con los preparativos y las expectativas. Lo que realmente queremos sentir es alegría y paz. El estrés de la preparación, de la espera, se refleja tanto en Isaías como en la carta de Pablo a Tito. Lucas nos habla del agotamiento que sintieron María y José: una joven esposa embarazada y su marido, obligados a viajar justo cuando ella está a punto de dar a luz, incapaces incluso de encontrar una habitación donde alojarse. Debió de ser miserable. Deben haber tenido miedo. En medio de este agotamiento, miseria y miedo, nace un niño, se da un Hijo. El mundo se llena entonces de luz y esperanza, de alegría y de paz. En ese momento ellos, y nosotros, sabemos para qué ha servido toda la espera.
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