Lent 3rd Sunday-English / Español

Sunday’s ReadingsExodus 17:3-7; Psalms 95:1-2, 6-7, 8-9; Romans 5:1-2, 5-8; John 4:5-42

THIRSTING FOR LIFE-GIVING WATERS
Especially during the Lenten, Holy Week, and Easter seasons, the prayer texts of the Eastern
Church revel in paradoxical images of Christ: the eternal life who is put to death, the host of the supper who is also its meal, the thirsty crucified one with living water streaming from his side. These images flow from the evangelists’ portrayals of Jesus and from his very ministry, during which he often upset or reversed people’s expectations about him or the ways of God. This “reversal” is at play in today’s Gospel, as Jesus speaks to an enemy foreigner who is also a woman beneath his status. In addition he, the thirsting one, shows the woman to be the one truly thirsting. He—whose parched lips will say “I thirst” before he dies—is the source of life and life-giving water. Lent calls upon us to dwell on how each of us is thirsting for Christ, and it leads us, ultimately, back to the life-giving waters of our baptism into his Body. Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.

SEDIENTOS DE LAS AGUAS QUE DAN VIDA
Especialmente durante la Cuaresma, la Semana Santa y el tiempo de Pascua, los textos de oración de la Iglesia Occidental se deleitan con imágenes paradójicas de Cristo: la vida eterna que muere, el anfitrión de la cena que es también alimento, el crucificado sediento del que mana agua de vida de su costado. Estas imágenes fluyen de las representaciones de Jesús por parte de los evangelistas y de su mismísimo ministerio, durante el cual muchas veces cambió o invirtió las expectativas que las personas tenían sobre él o sobre los designios de Dios. Esta “inversión” está en juego en el Evangelio de hoy, cuando Jesús habla con una extranjera enemiga que está por debajo de su condición social. Además él, el que tiene sed, demuestra que la mujer es la única que tiene sed verdadera. Él –cuyos labios secos dirán “Tengo sed” antes de morir– es la fuente de vida y del agua que da vida. La Cuaresma nos llama a reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros tiene sed de Cristo y nos lleva, en última instancia, de vuelta a las aguas dadoras de vida de nuestro bautismo en su Cuerpo. Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.