Baptism of the Lord – English & Spanish

Sunday’s Readings: Isaiah 42:1-4, 6-7; Psalm 29:1-2, 3-4, 3, 9-10; Acts 10:34-38; Luke 3:15-16, 21-22

From the Pastor’s Desk…… We are Baptized to Transform the World

The Epiphany was the manifestation of Christ’s divinity to the world and His Baptism is a new “Epiphany”; for God reveals to His people that Jesus Christ is His Son.

St. Luke relates that when the whole village was baptized by St. John, Jesus also went to be baptized.  Is this not what He had through the Mystery of His Incarnation – to mix with men and thus enter the stream of history? He had come to be in solidarity with men in everything, not in sin, but in the consequences of sin.  This is the novelty of His doctrine. Jesus gets close to sinners as a friend; not as a moralist who seeks the guilty, nor as the judge who issues sentences, but as a brother who preaches forgiveness.

Jesus’ Baptism was His presentation into society by God.  God breaks his silence. He bursts out publicly, out of anonymity, at the beginning of Christ’s public life, to present Jesus to everyone as His envoy, as the expected Messiah, as the definitive Messiah.  This Jesus, who allows himself to be baptized by John, who mixed anonymously among the people, is not just any man – He is the “Beloved Son, the Chosen One”.  We too have been baptized.  As we contemplate the Baptism of Jesus, we should also remember ours.

The day of our Baptism, something was ignited within our heart.  It is the fire of the Holy Spirit, who through us comes to transform the world.  As stated in Diognetus’ letter: “What the soul is for the body, that is what Christians are for the world”.  The Christian is an apostle by vocation.  How the world would change, if we were faithful to this urgent request!

Through Baptism, we become children of God and we receive the gifts of the Holy Spirit.  Lay people today, must be able to offer new solutions to our new problems, in being inspired by the faith of all times.  We are integrated into the world, our schools, in art, politics, work and there we must sow the seed of Christ without becoming prisoners of their myths.

We are Christians by Baptism, but do we live as Christians?  Some have joined as mere statistics, who are recorded in parish registers, yet do not know Christ nor do they fulfill the Commandments.  Confirm your faith and that of your brother!  Value the gifts you have received, guard them and thank God for them.

God Bless you,

Fr. Oscar

Father Oscar

 

 

 

 

Del escritorio del Sr. Cura… Bautizados para transformar el mundo La Epifanía fue la manifestación de la divinidad de Cristo ante el mundo, y su bautismo es una nueva “epifanía”; Dios mismo revela a su pueblo que Jesucristo es su Hijo. Refiere san Lucas que cuando todo el pueblo se hacía bautizar por Juan, también Jesús acudió a hacerse bautizar.¿No es acaso lo que ya había hecho por el misterio de su Encarnación: Mezclarse con los hombres y entrar en la corriente de su historia? Había venido a hacerse solidario de los hombres en todo; no en el pecado, pero sí en las consecuencias del pecado. Esta es la novedad de su doctrina. Jesús se acerca a los pecadores como amigo; no como el moralista que busca culpables, ni como el juez que dicta condenas, sino como el hermano que predica el perdón. El bautismo de Jesús fué como su presentación en sociedad por parte de Dios. Dios rompe su silencio, irrumpe públicamente para sacarlo de su anonimato al comienzo de su vida pública, y presentarlo ante todos como su enviado, como el Mesías esperado, como el Mesías definitivo. Este Jesús, que se deja bautizar por Juan, mezclado anónimamente entre el pueblo, no es un hombre cualquiera, es el “Hijo, el amado, el predilecto”. También nosotros hemos sido bautizados. Contemplando el bautismo de Jesús, recordamos también el nuestro. El día de nuestro bautismo algo se ha encendido dentro de nuestro corazón. Es el fuego del Espíritu Santo que a través de nosotros viene a transformar el mundo. Lo decía la carta a Diogneto: “Lo que el alma es para el cuerpo, eso son los cristianos para el mundo”. El cristiano es un apóstol por vocación. ¡Cómo cambiaría el mundo si fuéramos fieles a esta exigencia! En el bautismo nos hacemos hijos de Dios, recibimos los dones del Espíritu. Los laicos de hoy deben ser capaces de ofrecer soluciones nuevas a los nuevos problemas, inspirados en la fe de siempre. Estamos integrados en el mundo, en la escuela, en el arte, en la política, en el trabajo y allí debemos sembrar la semilla de Cristo sin convertirnos en prisioneros de sus falsos mitos. Somos cristianos por el bautismo pero ¿Vivimos como cristianos? Algunos se suman a las estadísticas porque están inscritos en los registros parroquiales pero no conocen a Cristo ni cumplen los mandamientos. ¡Confirma tu fe y la de tus hermanos! Valora los dones recibidos, cuídalos y agradécelos a Dios. Dios les bendiga, P. Oscar