Sunday’s Readings: Jeremiah 31:7-9; Psalms 126:1-2, 2-3, 4-5, 6; Hebrews 5:1-6; Mark 10:46-52
THE HOPE AND PROMISE OF REDEMPTION
The prophet Jeremiah prophesies the end of the Babylonian exile. He describes how the weak and sorrowful people now return with joy. These are the scattered people of God: the blind and the lame, the mothers and pregnant women. They shall be led along an easy road so that no one will stumble. The Lord’s kindness and mercy are on all these weak and broken people.
Here and in Psalm 126 we find the most lovely poetic images of God’s love and care for us. “Those that sow in tears / shall reap rejoicing. Although they go forth weeping, / carrying the seed to be sown, / they shall come back rejoicing, / carrying their sheaves” (Psalm 126:5–6). Although God had to punish Israel for their many sins, God never forgot them, scattered as they were, and brings them all back to the land of their ancestors, there to flourish and be joyful again. We can see in this the hope and the promise of our own redemption, gathered from the far corners of the earth into the great banquet of God. Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.
LA ESPERANZA Y PROMESA DE REDENCIÓN
El profeta Jeremías anuncia el fin del exilio en Babilonia. Describe cómo los débiles y los tristes ahora regresarán con alegría. Éste es el pueblo dispersado de Dios: los ciegos y cojos; preñadas y paridas. Serán guiados por un camino llano para que nadie tropiece. La bondad y misericordia del Señor están con este pueblo débil y deshecho.
Aquí y en el Salmo 126 (125) encontramos imágenes poéticas extremadamente hermosas del amor y cuidado que Dios tiene por nosotros. “Los que sembraban con lágrimas, / cosechan entre cantares. Al ir, iba llorando, / llevando la semilla; / al volver, vuel-ve cantando, / trayendo sus gavillas” (Salmo 126[125]:5-6). Si bien Dios tuvo que castigar a Israel por sus muchos pecados, nunca se olvidó de ellos aun cuando estaban dispersos, y los llevó de regreso a la tierra de sus ancestros para que prosperaran y fueran felices de nuevo. En esto encontramos la esperanza y la promesa de nuestra propia redención al reunirnos, desde todos los rincones del mundo, para celebrar el gran banquete de Dios. Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.