Sunday’s Readings: Exodus 32:7-11, 13-14; Psalm 51:3-4, 12-13, 17, 19; Timothy 1:12-17; Luke 15:1-32
Jubilee Year of Mercy
September 11, 2016
Twenty-fourth Sunday in Ordinary Time
When religious people complained that Jesus welcomed and ate with sinners, Jesus challenged
them to change their image of God. Imagine God as a shepherd, abandoning ninety-nine obedient sheep to seek the stupid one who got lost. Imagine God as a distraught woman (could religious men imagine that?), losing something and turning the house upside down to find it. Imagine God as an unconditionally forgiving father granting an unworthy son an undeserved feast. Then Jesus
added a character whom religious people might imagine, even recognize, all too well. The elder son stayed home; obeyed the father’s will; then exploded with rage and judgment and refused to join his brother’s welcome-home feast.
This Jubilee Y ear of Mercy asks, which half of Jesus’ audience do I belong to? How do I imagine God? How can I become like the searching shepherd, the sweeping woman, the forgiving father? How else can I expect a welcome to Jesus’ feast of forgiveness?
—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.
Año Jubilar de la Misericordia
11 de septiembre de 2016
Vigésimo Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario
Cuando algunas personas muy cumplidoras de los preceptos religiosos se quejaron que
Jesús se juntaba y comía con pecadores, Jesús los desafío a cambiar su imagen de Dios. La imagen de Dios como un pastor que abandona a noventa y nueve ovejas para buscar a la más despistada que se perdió. La imagen de Dios en una mujer preocupada (¿podrían los hombres religiosos imaginarlo?) que perdió algo y pone “la casa patas arriba” para encontrarlo. La imagen de Dios como un padre que incondicionalmente perdona a un hijo indigno y además celebra su regreso con una fiesta. Luego Jesús añade a otra persona con quien las personas religiosas podrían de alguna manera reconocer y, también todos nosotros. El hijo mayor que estaba en casa, un hijo obediente a la voluntad de su padre, luego reaccionan con rabia y juicio y, se niegan a unirse a recibir en casa a su hermano.
Sin duda que en este Año Jubilar de la Misericordia se nos pregunta ¿con cuál audiencia te identificas? ¿Cómo tú te imaginas a Dios? ¿Cómo puedo hacerme como el pastor y la mujer preocupados, el padre comprensivo? ¿De que otra manera puedo esperar una bienvenida a la fiesta del perdón de Jesús?
—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.