10th Sunday in Ordinary Time – English/Español

Sunday’s Readings: 1 Kings 17:17-24; Psalms 30:2, 4, 5-6, 11, 12, 13; Galatians 1:11-14, 15, 16, 17, 19; Luke 7:11-17

HOPE AND LIFE
Today’s readings tell the story of two widows. The first reading relates the plight of the widow with whom the prophet Elijah stayed; the Gospel tells about the widow of Nain. In each story, the widow’s only son had died. For people who lived in those cultures, the son was the only support of a widow, and the carrying on of the family name by the son was equal to immortality. A widow whose only son has died could lose all hope. Elijah and Jesus are the restorers of hope; they bring the sons back to life. Saint Paul was metaphorically raised from the dead when he experienced the conversion and call from God that he describes in today’s second reading. What are Christians called to do today? We may not be able to raise the dead, but perhaps we can rekindle hope for a single parent. We may not be able to convert a persecutor like Paul, but if we speak the gospel openly and gently with our lives, we might touch a life with the Good News. Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.

ESPERANZA Y VIDA
Las Escrituras del hoy nos cuentan la historia de dos viudas. La primera lectura relata la difícil situación en la que vivía la viuda con la que el profeta Elías se quedó y el Evangelio cuenta la historia de la viuda de Naín, en cada una de estas historias a cada viuda el hijo único de ellas murió. En la cultura de esos países en ese tiempo, el hijo era el sustento para la viuda y quien además continuaba la descendencia familiar que era igual a la inmortalidad. La viuda cuyo único hijo hubiera muerto perdía toda esperanza.
Elías y Jesús son los restauradores de esperanza; ellos devuelven la vida a sus hijos. San Pablo, metafóricamente hablando, revivió de la muerte a la vida cuando él se convirtió después de la
llamada de Dios de la que él habla en la segunda lectura.
¿A qué están llamados los cristianos hoy en día? Quizá no podemos revivir de la muerte, pero quizá podemos reanimar la esperanza de un padre o una madre soltera. Quizá no podemos convertir a un perseguidor como Pablo, pero si abiertamente hacemos vida el Evangelio en nuestras vidas, podríamos tocar una vida con la buena nueva. Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.