Sunday’s Readings: Isaiah 62:1-5; Psalms 96:1-2, 2-3, 7-8, 9-10; 1 Corinthians 12:4-11; John 2:1-11
REVELATION OF GOD’S PRESENCE
Today’s first reading from Isaiah arises out of the ordeal of the people of Jerusalem and Judea as they anticipate the end of seventy years of exile in Babylon. Their sufferings and their oppression will end, and they are promised joy like that of a great wedding upon returning to their homeland. Although this passage is probably set in the early sixth century B.C., it is free of historical particulars. Accordingly, the Church has understood its imagery universally, as it proclaims God’s promise of healing, hope, and happiness for all peoples, in this world and in the next. When read against this background, the story of Jesus’ turning water into wine at the wedding at Cana becomes a revelation of God’s presence in the person of Jesus, making these promises real for us in the here and now, in the transformation of our own lives.
Copyright © J. S. Paluch Co.
REVELACIÓN DE LA PRESENCIA DE DIOS
La primera lectura de hoy de Isaías surge del sufrimiento del pueblo de Jerusalén y de Judea cuando ellos anticiparon el final de los setenta años de exilio en Babilonia. Sus sufrimientos y su opresión terminarán, y se les promete una alegría como la de una boda espléndida al regresar a su patria. Aunque es probable que este pasaje sucedió a principios del siglo VI AC, carece de los detalles históricos. En este sentido, la Iglesia ha entendido sus metáforas de forma universal, ya que proclama la promesa de Dios de curación, esperanza y felicidad para todos los pueblos, en este mundo y en el otro. Cuando se lee este contexto, la historia de Jesús convirtiendo el agua en vino en las bodas de Canaán se convierte en una revelación de la presencia de Dios en la persona de Jesús, haciendo que estás promesas sean verdaderas para nosotros aquí y ahora, en la transformación de nuestras propias vidas.
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