Sunday’s Readings: Jeremiah 23:1-6; Psalms 23:1-3, 3-4, 5, 6; Ephesians 2:13-18; Mark 6:30-34
THE DAYS ARE COMING
Separation, isolation, and hostility are terrible things. We are, sadly, too familiar with all of them in our modern life, whether we look at world events or events in our own neighborhoods and families. All three readings today refer to these same sad human conditions. The prophet Jeremiah describes world conditions as if the people of his time were sheep who had been scattered by poor leadership and corrupt shepherds. But “the days are coming,” he assures us (Jeremiah 23:5), when a new shepherd, a just king, will come. We meet that king in the second reading and the Gospel. Paul reminds us in the Letter to the Ephesians that all divisions can now cease in Christ Jesus, who has brought us together through his blood. In Mark’s Gospel we see Jesus himself, looking with pity on those searching for him as if they were sheep without a shepherd.
Copyright © J. S. Paluch Co.
LLEGARÁN LOS DÍAS
Separación, aislamiento y hostilidad son cosas terribles. Esta-mos, por desgracia, demasiado familiarizados con todos ellos en nuestra vida actual, si nos fijamos en los acontecimientos mundiales o los que ocurren en nuestros propios vecindarios y familias. Las tres lecturas de hoy se refieren a estas mismas y tristes condiciones humanas. El profeta Jeremías describe las condiciones del mundo, como si la gente de su tiempo fuera la oveja que se había dispersado por falta de guía y pastores corruptos. Sin embargo “viene un tiempo”, nos asegura (Jeremías 23:5), cuando surgirá un nuevo pastor, un rey justo. Nos encontramos con ese rey en la segunda lectura y el Evangelio. Pablo nos recuerda en la Carta a los Efesios que todas las divisiones actuales pueden cesar en Cristo Jesús que nos ha reunido mediante su sangre. En el Evangelio de Marcos vemos a Jesús mismo, mirando con lástima quienes lo buscaban como si fueran ovejas sin pastor.
Copyright © J. S. Paluch Co.