2nd Sunday in Ordinary Time

Sunday’s Readings: Isaiah 62:1-5; Psalm 96:1-2,2-3,7-8,9-10; 1 Corinthians 12:4-11; John 2:1-11

From the Pastor’s Desk ….    The Good Wine at the Wedding Feast 

Every Sunday Mass is a feast for all of us. We come to seek the good wine that Jesus offers us; the good wine of His Word; the good wine of His love; and the good wine of his Body and Blood that He gives us as food, and that gives joy to our lives. We can say and we can be sure that God loves us. He comes to us in the Eucharist! What do we learn about love? Human love is not only the union of spouses, but a communion that unites people in life and in their ultimate destiny; one that flourishes in the fullness of joy. Jesus proclaims and requires an indissoluble marriage. A marriage based on true love must be exclusive, total, and unconditional for a lifetime. Our society today needs men and women who know how to defend marital love founded on Christ’s principles, yet at the same time, can understand those who are unable to live it. We have been created to love and to be loved, as God loves us. What is the role of Jesus in a Christian family? Christ cannot simply be a guest at our wedding, but He should be the One who should stay with us when all the other guests have left. Christ wants to be the witness of the spouse’s love; the guarantor of their happiness; the mediator in their conflicts; the confidant of their problems; the friend who gets them out of trouble when the wine begins to run out; and above all this, the One to give them the joy to live, by converting the wine of human love – at the last minute – into a generous wine: the wine of Christian love. Therefore, Christian marriage can never be the selfishness of a duo, since it represents the infinite love God has for us. Do we value the place our Blessed Virgin Mary has as the teacher of our life yet? Her short intervention at the wedding highlights her role as Mediator in the Mystery of Redemption. This presence of Mary is rich in details of exquisite femininity and discretion, attentive and effective as a real mother. In this passage, we read Mary’s only words in the fourth Gospel: “They have no wine.” In the Old Testament, the wine symbolizes the fullness of joy in the love between husband and wife. This must be your perspective – to see the faithfulness of God for all; not to be one who is only worried about themselves and their own profits; but to realize that the “thirst for wine” is there for many people around us, who have lost the joy of living. This has been the attitude of Mary at Cana, and this should be ours. Finally, let’s not miss an important detail: when we do “what he says” in our lives, everything becomes “better”. This is the transforming power of Jesus. We must be the water converted into wine for our fellow man. We ourselves are converted into the miracles of Christ, so that the world may believe. A privileged sign is the faithful living of a Christian marriage. The family that is born of this union, will remain the basis of a perfect society, happier and more human. In a time of crisis like ours, we ask God to bless all our families.   Again thank you for your love and your support, may God bless you all and please know that I am going be praying always for you and your loved ones.

Fr. Oscar
Father Oscar

 

 

 

 

Del escritorio del Sr. Cura…     El buen vino en las bodas Todos los domingos la misa es una fiesta para nosotros. Venimos a buscar el buen vino que Jesús nos ofrece; el buen vino de su Palabra; el buen vino de su amor; y el buen vino de su Cuerpo y de la Sangre que Él nos da como alimento, y que da alegría a nuestras vidas. Podemos decir y estamos seguros que Dios nos ama. El viene a nosotros en el regalo maravilloso de la Eucaristía! ¿Qué aprendemos sobre el amor? El amor humano no es sólo la unión de los esposos, sino una comunión que une a la gente en la vida y en su destino final; que florece en la plenitud de la alegría. Jesús proclama y requiere un matrimonio indisoluble. Un matrimonio basado en el amor verdadero debe ser exclusiva, total y sin condiciones de por vida. Nuestra sociedad actual necesita hombres y mujeres que saben cómo defender el amor conyugal, fundada en los principios de Cristo, sin embargo, al mismo tiempo, pueden entender aquellos que no son capaces de vivirlo. ¿Cuál es el papel de Jesús en una familia cristiana? Cristo no puede ser simplemente un invitado en nuestra boda, sino que debe ser el que debe permanecer con nosotros cuando todos los demás invitados se han marchado. Cristo quiere ser el testimonio de amor de su cónyuge; el garante de su felicidad; el mediador en sus conflictos; el confidente de sus problemas; el amigo que los sufran fuera de problemas cuando el vino comienza a agotarse; y por encima de todo esto, el Uno para darles la alegría de vivir, convirtiendo el vino del amor humano – en el último minuto – en un vino generoso: el vino del amor cristiano. Por lo tanto, el matrimonio cristiano nunca puede ser el egoísmo de un dúo, ya que representa el infinito amor que Dios tiene para nosotros. ¿Valoramos el lugar Santísima Virgen María tiene como el maestro de nuestra vida todavía? Su breve intervención en la boda destaca su papel como mediador en el Misterio de la Redención. Esta presencia de María es rica en detalles de exquisita feminidad y discreción, atento y eficaz como una verdadera madre. En este pasaje, leer sólo las palabras de María en el cuarto Evangelio: “No tienen vino”. En el Antiguo Testamento, el vino simboliza la plenitud de gozo en el amor entre marido y mujer. Esta debe ser su punto de vista – para ver la fidelidad de Dios para todos; de no ser una persona que sólo está preocupado por ellos y para sus propios beneficios; pero al darse cuenta de que la “sed de vino” está ahí por muchas personas que nos rodean, que han perdido la alegría de vivir. Esta ha sido la actitud de María en Caná, y esto debe ser nuestra. Por último, vamos a no pierdas detalle importante: cuando hacemos “lo que dice” en nuestra vida, todo se convierte en “mejor”. Este es el poder transformador de Jesús. Debemos ser el agua convertida en vino para nuestro prójimo. Nos convertimos en los milagros de Cristo, para que el mundo crea. Un signo privilegiado es el fiel vida de un matrimonio cristiano. La familia que nace de esta unión, seguirá siendo la base de una sociedad perfecta, más feliz y más humano. En un momento de crisis como el nuestro, pedimos a Dios que bendiga a todas nuestras familias. Una vez más gracias por su amor y su apoyo, que Dios los bendiga a todos y por favor sepan que voy estaré orando por ustedes y sus seres queridos.

P. Oscar