✨ Sexto Domingo de Pascua – El Don del Paráclito ✨
El Evangelio de este domingo nos recuerda una de las promesas más hermosas que Jesús hizo a sus discípulos: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre… el Espíritu Santo… quien os enseñará todas las cosas.” (Juan 14:16, 26)
Mientras seguimos nuestro camino pascual, recordamos que Jesús nunca nos deja solos. Aunque se preparaba para re gresar al Padre, nos prometió el Espíritu Santo: el Paráclito, el Defensor, el Consolador. El Espíritu Santo es la presencia misma de Dios en nosotros, que nos guía, nos enseña y nos fortalece en la vida cristiana.
Esta promesa se hizo realidad en nuestra parroquia este fin de semana cuando el Obispo Robert Vasa vino a celebrar el Sacramento de la Confirmación con varios de nuestros jóvenes. En este hermoso sacramento, el mismo Espíritu Santo que descendió sobre los Apóstoles en Pentecostés fue sellado ahora en los corazones de nuestros niños y niñas. Con el Santo Crisma y la bendición del obispo, fueron un gidos para vivir como testigos valientes de Jesucristo en el mundo.
¡Qué momento tan lleno de gracia para nuestra comunidad parroquial!
Damos gracias a Dios por estos nuevos católicos confirma dos, y pedimos que siempre escuchen la voz suave del Espíritu Santo en sus corazones, especialmente cuando el camino se torne difícil o el mundo esté lleno de ruido.
El Espíritu Santo no es un regalo de una sola vez—es un compañero para toda la vida. Abramos nuevamente nuestro corazón a la presencia del Espíritu en esta Pascua, y recemos cada día: “Ven, Espíritu Santo. Enséñame, guíame, y ayúdame a amar como Jesús ama.”
Con alegría y gratitud, agradecemos al Obispo Vasa por su visita, por su presencia paternal, y por traer el Espíritu a nuestra parroquia de una manera tan especial.
