TREASURES FROM OUR TRADITION
Along with the reform of the Roman Canon and the redrafting of an ancient Roman prayer in Eucharistic Prayer II, two additional prayers were announced in 1969. Eucharistic Prayer III is a fresh composition. Like Eucharistic Prayer II, it has no preface of its own, but the presider chooses
from a long menu of possible prefaces to become part of the prayer on a particular occasion. Also, like Eucharistic Prayer II it has a way to insert the name of the deceased in Masses for the dead such as funerals and memorials. The General Instruction of the Roman Missal views Eucharistic Prayer III as the best substitute for Eucharistic Prayer I on Sundays and feasts.
In practice, this prayer is used very often at Sunday Mass, and its texts are familiar to all members of the assembly. In this prayer, notice that the priest extends his hands over the gifts and calls down the Holy Spirit to change them into the Body and Blood of Christ. This call of the Holy Spirit is called the
epiclesis, and Eastern Christians consider it to be the consecration.
Latin Christians have long considered the “institution narrative” to be the consecration. Partly in response to a deep sensitivity to the East, the reformers took care to structure all our new prayers with a strong epiclesis. The poetry and images of Eucharistic Prayer III are fruitful sources of meditation. Why not take a sentence or two into your private prayer?
—Rev. James Field, Copyright © J. S. Paluch Co.
TESOROS DE NUESTRA TRADICIÓN
Junto con la reforma del Canon romano y la redacción de una antigua oración romana en la Oración Eucarística II, dos oraciones adicionales fueron anunciadas en 1969. Oración Eucarística III es una composición fresca. Como la Oración Eucarística II, no tiene prefacio propio, pero el presider escoge de una larga lista de posibles prefacios para formar parte de la oración en una ocasión particular. También, como la Oración Eucarística II tiene una manera de insertar el nombre de los difuntos en las misas de los muertos, como los funerales y monumentos.
La Instrucción General del Misal Romano ve a la Oración Eucarística III como el mejor sustituto de la Oración Eucarística I los domingos y fiestas. En la práctica, esta oración se usa muy a menudo en la misa dominical, y sus textos son familiares a todos los miembros de la asamblea. En esta oración, observe que el sacerdote extiende sus manos sobre los dones y llama al Espíritu Santo para que los cambie en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Este llamado del Espíritu Santo se llama epiclesis, y los cristianos orientales lo consideran la consagración. Los cristianos latinos han considerado durante mucho tiempo la “narrativa de la institución” como la consagración. En parte como respuesta a
una profunda sensibilidad hacia el Este, los reformadores tuvieron cuidado de estructurar todas nuestras nuevas oraciones con una fuerte epiclesis. La poesía y las imágenes de la Oración Eucarística III son fuentes fructíferas de meditación. ¿Por qué no tomar una oración o dos en su oración privada? —Rev. James Field, Copyright © J. S. Paluch Co.