TREASURES FROM OUR TRADITION
Sometimes, this “Treasures” column can seem to be a species of crib-notes for Catholic Jeopardy. Indeed, you may never know when knowledge of our particular vocabulary may come in handy. Such is the case with papal bulls, which conjure up all sorts of images, but are actually not what you might
expect. A bull is a papal letter on a matter of great consequence, such as a decision about a crisis in the Church, the declaration of a doctrine, the summoning of a council, or the canonization of a saint. It has a more solemn intention than a mere letter or even an encyclical, a teaching letter circulated
through the whole Church. Its odd name comes from the Latin bulla, which is the stamp used to apply a signatorial design to the hot lead, or even molten silver or gold, that seals the decree.
The format for the bull is the name of the pope in Latin, followed by the title “servant of the servants of God,” also in Latin, and then the text. The title of the bull is always the first two words of the text. Some famous papal bulls are Exsurge Domine (Arise, O Lord), written against Martin Luther’s Ninety-
five Theses in 1520; Munificentissimus Deus (The Most Bountiful God), the promulgation of the dogma of the Assumption in 1950 by Pope Pius XII; or Humanae Salutis (Human Salvation), by
which Pope John XXIII convened the Second Vatican Council in 1962.
—Rev. James Field, Copyright © J. S. Paluch Co.
TESOROS DE NUESTRA TRADICIÓN
A veces, esta columna “tesoros” puede parecer una especie de cuna-notas para Jeopardy Católica. De hecho, nunca se puede saber cuando el conocimiento de nuestro vocabulario particular puede ser útil. Tal es el caso de las bulas papales, que evocan todo tipo de imágenes, pero en realidad no es lo que se podría esperar son. Un toro es una carta papal sobre una cuestión de gran importancia, como por ejemplo una decisión acerca de una crisis en la Iglesia, la declaración de una doctrina,
la convocatoria de un consejo, o la canonización de un santo.
Cuenta con una intención más solemne que una simple carta o incluso una encíclica, una carta circular a través de la enseñanza de la Iglesia entera. Su extraño nombre viene del latín bulla, que
es el sello utilizado para aplicar un diseño signatorial al plomo caliente, o incluso la plata o el oro fundido, que sella el decreto. El formato para el toro es el nombre del papa en América, seguido por el “siervo de los siervos de Dios”, título también en América, y luego el texto. El título del toro es siempre las dos primeras palabras del texto. Algunos toros papales son famosas Exsurge Domine (Levántate, oh Señor), escrito en contra de Martin Luther noventa y cinco tesis en 1520; Munificentissimus Deus (El Más Generoso Dios), la promulgación del dogma de la Asunción en el año 1950 por el Papa Pío XII; o Humanae Salutis (salvación humana), por el cual el Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano en 1962.
—Rev. James Field, Copyright © J. S. Paluch