The Epiphany of the Lord – English & Spanish

Sunday’s Readings…..Isaiah 60:1-6; Psalm 72:1-2, 7-8, 10-11, 12-13, Ephesians 3:2-3, 5-6; Matthew 2:1-12

From the Pastor’s Desk ….   We have come to adore the King!

This is the feast of the epiphany – the showing or manifestation – of Jesus to the rest of the world. The promises of God to the people of the first covenant always included the promise that their special and gifted relationship with God would extend to the ends of the earth. No one could have imagined how that would happen.

We all love the Nativity story through the eyes of Luke. This story, through the eyes of Matthew, introduces us to Magi – astrologer types, who are really seers, or “wise men” in the sense that they are seeking wisdom with open minds and hearts. They are clearly non-Jews.

The Magi pay attention to the stars and when they see something special, they sense there is meaning in that event. Too often we aren’t that open to see a new light, a new message, a clear call, to pay attention. The Magi follow the light. Their following leads them to an encounter with Herod. Their consulting with him leads them to Bethlehem, where the light has settled. We sometimes fail to consult the tradition and learn where to go to find the light. Unfortunately, the Herod they meet is also very duplicitous. He’s two-faced, with a divided, selfish, jealous heart. He isn’t interested in finding the new light. He wants to surpress it – to destroy it. At times, we are guilty of duplicity ourselves – or at least our hearts can be divided. We want to follow, but we are something threatened or fearful of losing something we want to hold on to. At our worst, we can even surpress or destroy the light.

The Magi find the Holy Family. They come prepared to do this newborn homage. They bring gifts for a king, for a God, for someone who will suffer. They thought about this. Too often, we don’t come to this invitation to see the light with any gifts which represent our faith. And, so we don’t proclaim with our lives that we believe Jesus is our Lord and God, that he is the one who, in this gospel story, will die for our sins. We can only imagine what Mary and Joseph experienced in this revelation to those far away Magi and to the gifts they bring to honor this child of theirs.

When we seek, find and honor Jesus’ gift to us, our gratitude fills us with joy. And, that joy, and our way home, is different. It is new. It is renewed with a deep trust that God is with us. God can redeem, bring mercy and healing, reconciliation and redemption, to every evil – light to every darkness.

This year’s epiphany of his many mercies to us -in the beginning of the Year of Mercy- can help guide us for the rest of our journey. How blessed our life can be because it has been made known to us that there is a light for our darkness! In the midst of the “thick clouds” covering us – our family and friends; our countries; our world – “the Lord shines.”

God bless you, Fr. Oscar
Father Oscar

 

 

 

 

Del escritorio del Sr. Cura…     !Hemos venido a adorar al Rey!

Esta es la fiesta de la epifanía -la proyección o manifestación- de Jesús al resto del mundo. Las promesas de Dios a la gente del primer pacto siempre incluían la promesa de que su relación especial y dotado con Dios se extendería hasta los confines de la tierra. Nadie podría haber imaginado lo que iba a suceder.

A todos nos gusta la historia de la Navidad a través de los ojos de San Lucas. Esta historia, a través de los ojos de San Mateo, nos presenta a los Reyes Magos – tipos astrólogo, que son realmente videntes, o “sabios” en el sentido de que se buscan sabiduría con mentes y corazones abiertos. Ellos son claramente no-Judios.

Los Reyes Magos prestan atención a las estrellas y cuando ven algo especial, tienen la sensación de que hay un significado en ese evento. Con demasiada frecuencia, no somos tan abiertos para ver una nueva luz, un nuevo mensaje, una llamada clara, a prestar atención. Los Reyes Magos siguen la luz. La luz les lleva a un encuentro con Herodes. Su consultoría con él los lleva a Belén, donde la luz se ha asentado. A veces no somos capaces de consultar a la tradición y aprender a dónde ir para encontrar la luz. Por desgracia, Herodes los engaña. Él es de dos caras, con una, egoísta, celoso corazón dividido. Él no está interesado en la búsqueda de la nueva luz. Quiere desaherse de ella – quiere destruir a Jesus. A veces, somos culpables de la duplicidad de nosotros mismos – o por lo menos nuestros corazones se pueden dividir. Queremos seguir, pero somos algo amenazado o temeroso de perder algo que queremos que agarrarse. En nuestro peor, incluso surpress o podemos destruir la luz.

Los Reyes Magos encuentran la Sagrada Familia. Vienen preparados para hacer este homenaje al recién nacido. Ellos traen regalos para un rey, a un Dios, para alguien que va a sufrir. Ellos pensaron en esto. Con demasiada frecuencia, no venimos a esta invitación a ver la luz con regalos que representan nuestra fe. Y, por lo que no nos proclamamos con nuestras vidas que creemos que Jesús es nuestro Señor y Dios, que es el que, en esta historia del evangelio, morirá por nuestros pecados. Sólo podemos imaginar lo que experimentaron María y José en esta revelación a los que están lejos Reyes Magos y de los regalos que traen para honrar a este niño de los suyos.

Cuando buscamos, encontrar y honrar el regalo de Jesús para nosotros, nuestra gratitud nos llena de alegría. Y, esa alegría, y nuestro camino a casa, es diferente. Es nuevo. Se renueva con una profunda confianza de que Dios está con nosotros. Dios puede redimir, llevar la misericordia y la sanación, la reconciliación y la redención, a todos los males – alumbra a todo oscuridad.

Epifanía de sus muchas misericordias para nosotros -en el inicio del Año de misericordia- de este año puede ayudar a guiarnos por el resto de nuestro viaje. Qué bendición nuestra vida puede ser porque se ha dado a conocer a nosotros que hay una luz para nuestra oscuridad! En medio de las “nubes gruesas” nos cubren – nuestra familia y amigos; nuestros países; nuestro mundo – “el Señor brilla.” Dios los bendiga, P. Oscar