28th Sunday in Ordinary Time – English/Español

Sunday’s Readings: 2 Kings 5:14-17; Psalms 98:1, 2-3, 3-4; 2 Timothy 2:8-13; Luke 17:11-19

Jubilee Year of Mercy
October 9, 2016 Twenty-eighth Sunday in Ordinary Time
Jubilee of Marian Devotion
This weekend, the Jubilee honors Mary under the title Pope Francis suggests, “Mother of Mercy.” Recall the Good Samaritan Gospel. Priest and Levite saw suffering but showed no mercy. Recall the rich man, who never saw Lazarus right before his eyes, and showed no mercy.
Today, Jesus sees ten lepers from afar and shows extraordinary mercy. Mary’s entire life, declares Francis, was modeled on Jesus, “Mercy-Made-Flesh.” Indeed, standing at the cross, Mary saw Jesus’ mercy take flesh when Jesus showed mercy to the executioners. So Pope Francis recommends we
frequently pray the Salve Regina, Hail, Holy Queen, asking her to ever look upon us with mercy, so that we might be worthy to gaze upon the face of her merciful Son Jesus. May we do so not only in eternity, but here and now, opening our eyes to see Jesus in others, and our hearts to serve Jesus in
others by loving deeds of unconditional mercy.
—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.

Año Jubilar de la Misericordia
9 de octubre de 2016 Vigésimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario
Jubileo de la Devoción Mariana
Este fin de semana, el Jubileo honra a María bajo el título que el Papa Francisco sugirió “Madre de la Misericordia”. Recuerda la historia del Buen Samaritano, el sacerdote y el levita no mostraron misericordia. Recuerda la historia del hombre rico que nunca vio a Lázaro que estaba a la vista de sus ojos y tampoco mostró misericordia. Hoy Jesús mira de lejos a diez leprosos y muestra una extraordinaria misericordia. El Papa Francisco dice que la vida de María moldeo la vida de Jesús, la “misericordia–hecha–carne”. De hecho, al pie de la cruz, María vio la misericordia de Jesús hacerse
carne cuando Jesús mostró misericordia a los soldados que lo estaban crucificando. Por lo que el Papa Francisco nos recomienda que recemos frecuentemente la oración del Salve Regina (La Salve) pidiéndole que nos mire con misericordia, para que podamos ser dignos contemplar el rostro de su Hijo Jesús. Que no lo hagamos solo en la vida eterna, sino aquí y ahora, abriendo nuestros ojos para ver a Jesús en nuestros prójimos y, nuestros corazones para servir a Jesús en los prójimos con obras de misericordia de amor incondicional.
—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.